¿Quieres llevar tus guisos, salsas y arroces a un nivel superior en sabor? Pues entonces, nada supera a un buen caldo de carne casero para lograrlo.
Esta receta de caldo de carne es la base perfecta para potenciar el sabor de tus platos, aportando profundidad y riqueza a cada bocado. Además, lo mejor de todo es su versatilidad, ya que este caldo se adapta a una amplia variedad de recetas, desde un tradicional estofado hasta una salsa gourmet.
Ingredientes
- 4 huesos de caña de ternera
- 4 huesos de babilla de ternera
- 3 cebollas
- 2 puerros
- 3 zanahorias
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno a 200°C
- Pela las 3 cebollas y las 3 zanahorias y lava los 2 puerros. Pártelos en trozos grandes.3 cebollas, 2 puerros, 3 zanahorias
- Coloca los 4 huesos de caña de ternera y los 4 huesos de babilla de ternera, con las 3 cebollas, los 2 puerros y las 3 zanahorias en una bandeja para horno y tuesta en el horno precalentado a 200°C durante 1 hora.4 huesos de caña de ternera, 4 huesos de babilla de ternera
- Una vez que los ingredientes estén bien tostados, retíralos del horno y transfiérelos a una cazuela grande.
- Cubre los ingredientes en la cazuela con agua fría, asegurándote de que estén completamente sumergidos.
- Lleva la cazuela a ebullición para que el caldo hierva a fuego lento durante una hora.
- Después de 1 hora, apaga el fuego y permite que el caldo repose un poco para que los sabores se mezclen.
- Cuela el caldo en un recipiente limpio
Opciones de Conservación:
Opción 1: En tarros de cristal congelables:
- Vierte el caldo en tarros de cristal limpios y resistentes al congelador, dejando un espacio adecuado en la parte superior para que el caldo tenga espacio para expandirse al congelarse.
- Cierra bien los tarros y etiquétalos con la fecha antes de colocarlos en el congelador. Puedes conservar el caldo de esta manera durante varios meses.
Opción 2: En cubiteras de hielo:
- Si deseas una opción más versátil para dosificar el caldo, puedes reducirlo aún más calentándolo a fuego medio hasta que se evapore parte del líquido y se concentre el sabor. Luego, vierte el caldo concentrado en las cubiteras de hielo.
- Congela las cubiteras de caldo y, una vez que estén congeladas, puedes transferir los cubitos de caldo a una bolsa o recipiente con cierre hermético para un fácil acceso en futuras recetas.
Notas
Nutrition