El bizcocho casero, o simplemente «bizcocho», es un tipo de pastel o pan dulce que se ha disfrutado en diversas formas y variantes en muchas culturas a lo largo de la historia. Su origen es antiguo y se remonta a la antigua Grecia y Roma.
En la antigua Grecia, se preparaban pasteles endulzados con miel y semillas. Estos pasteles eran cocinados en horno y se asemejaban a la textura y sabor de los bizcochos modernos. Los romanos también tenían su versión de un pastel dulce que servían en celebraciones y ocasiones especiales.
A medida que las civilizaciones avanzaban, la receta del bizcocho evolucionó. Durante la Edad Media en Europa, la miel se reemplazó a menudo por azúcar, y se comenzaron a usar ingredientes como huevos y mantequilla, lo que dio como resultado un bizcocho más parecido al que conocemos hoy.
La palabra «bizcocho» proviene del latín «bis coctus», que significa «cocido dos veces». Originalmente, el bizcocho se cocinaba dos veces para eliminar la humedad y hacerlo más duradero, lo que lo convertía en un alimento de viaje ideal para marineros y exploradores.
Con el tiempo, las recetas de bizcocho se diversificaron en todo el mundo, dando lugar a numerosas variaciones regionales, como el bizcocho español, el plus cake inglés, el sponge cake británico y muchas otras. En la actualidad, el bizcocho casero sigue siendo un postre popular en todo el mundo y se disfruta en una amplia variedad de sabores y texturas
Ingredientes
- 4 huevos
- 275 g azúcar
- 250 g mantequilla (a temperatura ambiente)
- 150 ml leche
- 450 g harina
- 1,5 sobres de levadura
- Ralladura de 1 limón
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno a 180°C.
- En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar utilizando unas varillas eléctricas o manuales hasta obtener una crema suave. Este paso es muy importante para lograr un bizcocho esponjoso.
- Añade la mantequilla (asegúrate de que esté a temperatura ambiente para que sea más fácil de mezclar) a la mezcla de huevos y azúcar. Continúa batiendo hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
- Incorpora la leche de manera gradual a la mezcla y sigue batiendo hasta integrar.
- Agrega la ralladura de limón para dar sabor y aroma a tu bizcocho.
- En un recipiente aparte, tamiza la harina y la levadura. Esto ayuda a eliminar grumos y a que la masa sea más suave. Luego, añade gradualmente esta mezcla de harina y levadura a la masa húmeda, batiendo constantemente hasta obtener una masa uniforme y sin grumos.
- Vierte la masa en un molde previamente engrasado y enharinado para evitar que se pegue.
- Hornea el bizcocho en el horno precalentado a 180°C durante aproximadamente 50 minutos.Para comprobar que está listo, inserta un palillo en el centro y si sale limpio, apaga el horno y saca el bizcocho.
- Déjalo enfriar en el molde durante unos minutos antes de pasarlo a una rejilla para que se enfríe completamente.
- Para la decoración final puedes espolvorear con azúcar glass.
