Cómo hacer fabada:
La Fabada asturiana es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía española, especialmente en la región de Asturias, donde se considera un verdadero símbolo de su identidad culinaria. Esta deliciosa preparación tiene sus raíces en la cocina rural asturiana, donde las familias campesinas solían prepararla para alimentarse durante las épocas más frías del año.
El origen de la fabada se remonta a tiempos antiguos, cuando los agricultores asturianos necesitaban una comida sustanciosa y reconfortante para afrontar el duro clima de la región. Utilizando ingredientes locales y accesibles, como las fabes (judías blancas autóctonas de Asturias), el chorizo, la morcilla y el tocino.
La fabada asturiana se distingue por su sabor robusto y su textura cremosa, resultado de la combinación de las fabes con el compango, que incluye carnes como el chorizo, la morcilla y el tocino. Estos ingredientes se cocinan a fuego lento durante horas, permitiendo que los sabores se mezclen y se intensifiquen.
Es un plato que evoca la calidez del hogar y la generosidad de la cocina casera, transmitiendo un sentido de arraigo y pertenencia a la tierra asturiana.
Ingredientes
- 400 g fabes
- 200 g lacón
- 2 chorizo asturiano
- 2 morcilla asturiana
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- Hebras de azafrán
- 2 hojas de laurel
- Sal
Elaboración paso a paso
- Deja las fabes en remojo la noche anterior.
- En una cazuela echa las fabes escurridas junto con el diente de ajo muy picadito, las carnes, la cebolla y el laurel. Cúbrelas con agua fría.
- Cocina con fuego lento retirando la espuma que se genera en la superficie.
- Cuando empiecen a hervir, asusta las fabes, vertiendo medio vaso de agua fría para cortar el hervor. Repite este proceso 3 veces en total.
- Envuelve las hebras de azafrán en papel vegetal, haciendo un paquetito y tuéstalas durante 2 minutos en una sartén a fuego medio. Presiona con las yemas de los dedos para que queden desechas.
- Añade las hebras de azafrán y continua la cocción con fuego suave y tapadas 3 horas o hasta que las fabes estén tiernas.
- Deben vigilarse a menudo para que el hervor siempre sea lento. No metas cucharón para remover, hazlo con movimientos circulares de cazuela.
- Casi al final de la cocción, comprueba el punto de sal y añade si fuera necesario.
- Después de la cocción, deja reposar las fabes unos minutos antes de servirlas. Esto permite que los sabores se asienten y se integren aún más.
- Saca el compango y trocéalo. Saca también la cebolla y el laurel.
- Sirve las fabes con un trozo de cada una de las carnes.