Las patatas al ajillo son un clásico en mi cocina y una receta que aprendí de mi madre, quien siempre ha sabido transformar ingredientes sencillos en auténticos manjares. Son una opción perfecta para acompañar todo tipo de platos, ya sea con carnes, pescados o incluso con un huevo frito, donde la yema se mezcla con el sabor del ajo, creando una combinación irresistible.
Lo que más me gusta de esta receta es su sencillez y la manera en que realza el sabor de las patatas, logrando un equilibrio entre lo crujiente y lo tierno, con un toque aromático inconfundible. Además, es una de esas guarniciones que nunca fallan, ya que su sabor combina bien con casi cualquier plato y siempre deja con ganas de repetir.

Ingredientes
- 4 patata
- 2 diente de ajo
- 1 cda perejil fresco
- 10 ml vinagre
- 15 ml agua
- 1 cda sal
- 1 cda aceite de oliva
Elaboración paso a paso
Elaboración:
- Pela las patatas, lávalas y pártelas en láminas. Fríelas en abundante aceite.
- Escurre las patatas y retira el aceite de la sartén.
- Machaca en un mortero los ajos, el perejil y la sal. Agrega vinagre y agua.
- Pon las patatas escurridas de aceite en una sartén, añade el majado y cocina a fuego medio, moviendo constantemente hasta que el líquido reduzca.