Magro de cerdo al ajillo: sabor tradicional con un toque casero.
Esta receta se basa en una técnica clásica de la gastronomía española: el ajillo, que utiliza el ajo como ingrediente principal para aromatizar y potenciar el sabor.
El magro de cerdo al ajillo es un plato humilde pero lleno de sabor, nacido en la cocina rural para aprovechar los cortes más magros del cerdo con ingredientes sencillos y accesibles.
El ajo, protagonista indiscutible, no solo aporta ese sabor característico, sino que también ofrece propiedades digestivas y antibacterianas, lo que lo convierte en un básico muy valorado en la cocina tradicional.
El verdadero secreto de esta receta está en su salsa dorada, una mezcla de ajo, aceite de oliva y vino blanco, que envuelve la carne con un sabor irresistible.

Ingredientes
- 1 kg magro de cerdo (cortado en dados medianos)
- 3 patata (mediana)
- 10 diente de ajo
- 2 hoja de laurel
- 200 ml vino blanco
- 30 ml vinagre de manzana
- Pimentón (una pizca)
- Agua o caldo de carne
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Elaboración paso a paso
- Sazona la carne con sal y pimienta.
- Pela los dientes de ajo y córtalos en láminas.
- En una sartén amplia o cazuela, pon un buen chorro de aceite de oliva y cocina a fuego vivo hasta que la carne esté tostada. Retira de la sartén y reserva.
- En la misma sartén donde has dorado la carne, sofríe los ajos con fuego suave hasta que se doren ligeramente (sin quemarlos). Añade un poco más de aceite si fuera necesario.
- Añade el pimentón, intégralo con los ajos y enseguida echa la carne. Remueve y agrega el vinagre, deja reducir y añade el vino blanco y el laurel. Deja que hierva un minuto para que evapore el alcohol.
- Cubre con agua o caldo y baja el fuego. Cocina a fuego medio-bajo unos 30 minutos, hasta que la carne esté tierna.
- Pela y parte las patatas en cuadraditos. Fríelas en abundante aceite. Escúrrelas del aceite y añádelas al guiso 2 minutos antes de apagar el fuego.







