Cómo preparar bacalao con tomate:
El bacalao con tomate es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía española. Originario de las regiones costeras de España, este plato ha sido parte integral de la dieta española durante generaciones, especialmente durante la Cuaresma y la Semana Santa, cuando el consumo de carne está tradicionalmente restringido.
Es habitual encontrar el bacalao en su forma salada. Esta versión, conocida como bacalao salado o bacalao seco, es el resultado de un proceso de salazón que se ha utilizado durante siglos para preservar el pescado y prolongar su vida útil. El bacalao salado se ha convertido en un ingrediente básico en muchas recetas tradicionales españolas, incluido el bacalao con tomate.
Las diferencias entre el bacalao salado y el bacalao fresco son significativas y afectan tanto al sabor como a la textura del pescado:
- El bacalao salado pasa por un proceso de salazón que implica cubrirlo con sal y dejarlo secar al aire durante varias semanas. Este proceso elimina la humedad del pescado y concentra su sabor, resultando en una textura firme y una salinidad característica.
- El bacalao fresco tiene una textura más suave y jugosa en comparación con el bacalao salado, y su sabor es más delicado. Generalmente se encuentra disponible en mercados locales o pescaderías.
En términos de preparación y uso en la cocina, el bacalao salado requiere ser remojado en agua para eliminar el exceso de sal antes de ser cocinado. Este proceso de remojo también ayuda a rehidratar el pescado, devolviéndole parte de su jugosidad original. Sin embargo, el bacalao fresco se puede utilizar de inmediato en diversas recetas sin necesidad de remojo previo.
Cómo desalar el bacalao:
- Comienza por enjuagar el bacalao salado bajo agua fría para eliminar cualquier residuo de sal superficial.
- Coloca el bacalao en un recipiente lo suficientemente grande como para cubrirlo completamente con agua fría.
- Deja el bacalao en remojo en el frigorífico durante al menos 24 horas. Durante este tiempo, cambia el agua al menos tres o cuatro veces. Esto ayuda a eliminar gradualmente la sal del bacalao.
- Pasadas las 24 horas, retira un pequeño trozo de bacalao y pruébalo para determinar si ha desalado lo suficiente. Si aún está demasiado salado, continúa remojándolo en agua fría y cambiando el agua cada pocas horas hasta que alcance el nivel deseado de salinidad.
- Una vez que el bacalao esté desalado según tu preferencia, sécalo suavemente con papel de cocina antes de cocinarlo.
Es importante tener en cuenta que el tiempo de remojo puede variar dependiendo del grosor del bacalao y de cuánto se desee desalar. Si el bacalao está muy salado, es posible que necesite un tiempo de remojo más prolongado. Es mejor probar regularmente la salinidad del bacalao para asegurarse de que no se desale en exceso.
Ingredientes
- 1 kg bacalao desalado (6 lomos)
- 3 pimiento verde
- 1 kg tomate frito casero
- 150 g harina
- Sal
- Aceite de oliva
Elaboración paso a paso
- Lava los pimientos, retira los tallos y las semillas y trocéalos.
- En una sartén con aceite caliente confita los pimientos. Primero con fuego suave y cuando están blandos sube el fuego para que se doren ligeramente. Resérvalos.
- Pasa los lomos de bacalao por harina y séllalos en la misma sartén donde cocinaste los pimientos. Deben quedar jugosos por dentro.
- En otra sartén pon el tomate frito. Cocina con fuego muy suave. Cuando comience a hervir incorpora el bacalao, cubre con la salsa y coloca los pimientos encima. Continúa la cocción 6 minutos más, con la sartén tapada. El tiempo puede variar en función del grosor del pescado.
