Cómo hacer gofres belgas:
Los gofres belgas son un dulce con historia, tradición y sabor que han conquistado los corazones de comensales de todo el mundo. Con su característico exterior crujiente y su interior esponjoso, los gofres se han convertido en una de las joyas más reconocidas de la gastronomía belga
Los gofres, conocidos en Bélgica como «wafels», tienen un origen que se remonta a la Edad Media. La receta surgió como una evolución de los panes planos y sencillos que se cocinaban entre placas de hierro en forma de rejilla. En el siglo XIII, artesanos belgas comenzaron a experimentar con la mezcla de harina, agua y huevo, creando una masa más ligera y esponjosa. Con el tiempo, la receta evolucionó, añadiendo ingredientes como la levadura y el azúcar perlado.
En Bélgica existen varios tipos de gofres, pero los dos más famosos son el gofre de Bruselas y el gofre de Lieja:
- Gofre de Bruselas: Es el más conocido internacionalmente. Se caracteriza por su forma rectangular y su ligereza. Suele servirse espolvoreado con azúcar glas, aunque hoy en día se acompaña también con frutas, nata o chocolate.
- Gofre de Lieja: Es más denso y dulce que el gofre de Bruselas. La masa contiene gránulos de azúcar perlado que se caramelizan durante la cocción, creando una superficie ligeramente crujiente y un interior más denso.
La receta de los gofres no tardó en cruzar las fronteras europeas. En España, los gofres comenzaron a popularizarse en las décadas de los 80 y 90, principalmente gracias a la influencia del turismo.
Los gofres pueden formar parte de una dieta equilibrada si se disfrutan de manera ocasional. Al prepararlos en casa, es posible reducir el contenido de azúcar y grasa, y optar por versiones más ligeras, con frutas frescas y yogurt como acompañamiento.
Equipment
- 1 Gofrera
Ingredientes
- 325 g harina de trigo
- 100 ml leche
- 25 g levadura fresca
- 2 huevo
- 100 g azúcar
- 110 g mantequilla
- ½ cda extracto de vainilla
- 1 pizca sal
- Azúcar perlado (opcional, para darle un toque extra crujiente)
Elaboración paso a paso
- Calienta un poco la leche hasta que esté tibia y diluye en ella la levadura fresca. Remueve bien hasta que la levadura se disuelva por completo y deja reposar unos 5-10 minutos hasta que empiece a burbujear (esto indica que la levadura está activada).
- En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar y una pizca de sal.
- Haz un hueco en el centro para añadir la mezcla de leche y levadura, los dos huevos y la vainilla. Mezcla poco a poco con una espátula o tus manos hasta que empiece a formarse una masa.
- Incorpora la mantequilla derretida a la masa. Sigue amasando durante unos 5-7 minutos, hasta que la masa esté suave, homogénea y ligeramente pegajosa.
- Cubre el bol con un paño limpio y deja que la masa repose en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que haya doblado su tamaño.Si usas azúcar perlado, agrégalo a la masa después de que haya fermentado. Amasa ligeramente para distribuir el azúcar por toda la masa.
- Divide la masa en porciones (entre 8 y 10 bolas, dependiendo del tamaño de tu gofrera). Deja reposar las bolas durante 10-15 minutos adicionales antes de cocinarlas.
- Precalienta la gofrera y engrásala ligeramente. Coloca una bola de masa en el centro de la gofrera y ciérrala. Cocina los gofres durante 3-5 minutos, o hasta que estén dorados.
