Cuece los huevos durante 14 minutos. Pásalos por agua fría, pela y separa las yemas de las claras. Reserva en un plato.
Trocea el pollo y sazona con sal y pimienta.
Dora en una cazuela amplia con aceite a fuego medio por todos los lados. Añade la cebolla picada y sigue cocinando a fuego bajo hasta que la cebolla se caramelice y se integre con la carne.
Mientras, tuesta la rebanada de pan con un chorrito de aceite de oliva por ambos lados.
Pica el pan tostado, los dientes de ajo, perejil, las almendras, las yemas de huevo y unas hebras de azafrán en un mortero o con una picadora eléctrica. Incorpora el majado a la carne y mezcla.
Riega con el vino, deja que se evapore el alcohol y moja con el agua. Rectifica de sal, tapa y cuece a fuego bajo 45 minutos o hasta que la carne esté tierna.
Sirve con unas almendras tostadas y las claras de huevo reservadas.