La musaka es un plato reconfortante y lleno de tradición mediterránea, perfecto para compartir en familia. Elaborada con berenjenas, carne y bechamel. Es una receta ue conquista corazones!.
Corta las berenjenas en láminas de 2 mm de grosor y ponlas en una fuente cubiertas con sal para que suden (esto ayuda a eliminar el amargor de las berenjenas).
Déjalas reposar durante 20 minutos. Lávalas con agua fría hasta que el agua salga totalmente limpia y colócalas sobre un paño de cocina limpio. Sécalas ayudándote de otro paño y cocínalas a la plancha con muy poco aceite. Resérvalas.
Pica finalmente los dientes de ajo y la cebolla y rehógalos en una sartén honda con un poco de aceite. Cuando el sofrito comience a dorarse, añade la carne picada y sal.
Cocina, moviendo a menudo hasta que la carne pierda el aspecto de cruda.
Añade unas hojas de albahaca y el jamón york picado.
Mezcla y agrega el tomate frito. Deja que se cocine a fuego lento durante 30 minutos.
Pon a precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo.
Prepara la bechamel:
En una cacerola mediana derrite la mantequilla. Añade la harina y cocina durante dos minutos moviendo constantemente.
Incorpora la leche, poco a poco, preferiblemente a temperatura ambiente o tibia.
Cocina la bechamel a fuego lento removiendo constantemente hasta que esté completamente homogénea.
Monta la musaka:
En una fuente para horno alterna capas de relleno de carne y berenjena. Añade también unas lonchas de queso entre las capas, para un toque extra de sabor.
Termina con una capa de carne y cubre con bechamel.
Espolvorea queso rallado por encima.
Hornea la musaka hasta que la superficie esté dorada. Aproximadamente 30-40 minutos.